¿Saturno mató a una de sus propias lunas?

Un nuevo estudio ha reforzado la idea de que los anillos de Saturno están formados por lo que queda de una de sus antiguas lunas.
El gigante gaseoso Saturno, situado entre Júpiter y Urano, es quizás el más espectacular de todos los planetas del sistema solar exterior debido a sus característicos e impresionantes anillos.

Sin embargo, esta impresionante característica ha estado rodeada de misterio durante mucho tiempo: ¿cómo llegaron los anillos a ese lugar y por qué son mucho más jóvenes que el propio planeta Saturno?

¿Saturno mató a una de sus propias lunas?


Un estudio que refuerza la teoría

Ahora, un nuevo estudio dirigido por Jack Wisdom, del MIT, ha reforzado una teoría que lleva años en boca de todos, sugiriendo que los anillos de Saturno están formados por los restos de una luna que se acercó demasiado y se rompió por el intenso campo gravitatorio del gigante gaseoso.

Esta idea, según Wisdom, también explica la peculiar inclinación de Saturno.

"La inclinación es demasiado grande para ser el resultado de los procesos de formación conocidos en un disco protoplanetario o de grandes colisiones posteriores", dijo.

La luna Crisálida


"Se han ofrecido diversas explicaciones, pero ninguna es totalmente convincente. Lo bueno es que la joven edad de los anillos, hasta ahora inexplicada, se explica de forma natural en nuestro escenario".

Esta luna perdida hace mucho tiempo, llamada "Crisálida", habría sido como cualquiera de las otras 83 lunas de Saturno hasta que en algún momento, hace entre 100 y 200 millones de años, el campo gravitatorio de Titán -la luna más grande de Saturno- comenzó a perturbar su órbita, enviándola en un camino de ida al desastre.

Una vez que comenzó a desintegrarse, la mayor parte de ella probablemente habría sido consumida por el propio Saturno antes de que los restos acabaran esparcidos por el planeta para formar los anillos.